Ayer, saliendo de una popular y bastante deplorable sala de ensayo de San Isidro, entró como una ráfaga la señora Fabiana Cantilo y me llevó por delante. El diálogo ocurrido fue algo así:
-Disculpame.
-Todo bien. Pero dale, Fabi, componé un tema tuyo una vez cada tanto.*
* las últimas 11 (once) palabras pueden o no
haber sido agregadas por el autor.
Tuesday, February 05, 2008
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