Sunday, November 26, 2006

Domingo..

Hmmm... hoy me siento un poco así, creo



Y tal vez también con un poco de

Tuesday, November 14, 2006

Pequeño holocausto

Al abrir la cortina, primero pasé la pierna derecha. Cuidando 
meticulosamente de no resbalarme, claro. Y en eso, agudizo la vista y lo veo. Ahí estaba, en el techo, como mirándome. 
Parecía querer saber cuál iba a ser mi reacción al verlo. "Maldito!", pensé. Pero empeoró la situación cuando 
me di cuenta de que no estaba sólo. A su lado había otro. Claro, nunca vienen de a uno. Permanecí inmóvil, observando y tratando de darme cuenta de qué es
lo que se debía hacer en una situación como esa. Atiné a pasar la otra pierna,
pero entonces veo un tercero. Y empecé a desesperar. Miles de pensamientos
pasaban, como torrentes, y de a poco fue apareciendo el temor. Comprendí entonces que eran muchos. Muchísimos; yo estaba 
en total desventaja, y enfrentarme a ellos mano a mano podía resultar desastrozo. Estaba completamente rodeado,
los había en el techo, en las paredes, sobre el marco de la ventana, en el espejo. Y me observaban. Haga lo que haga, estaban ahí, como esperando. 
Analizando, calculando, y totalmente detenidos. Por la distancia, no llegaba a ver sus ojos, pero lo sabía. No cabía otra posibilidad. 
Por algo era que estaban ahí. Me pregunté desde cuándo era que había 
comenzado todo eso y yo no me había dado cuenta. No
importaba, en definitiva. La cuestión era que en ese momento yo 
sabía qué estaba pasando, y, también, que algo era necesario hacer. Ahora, qué? Sabía que si me abalanzaba contra uno, los 
demás no tardarían en atacar. Era algo seguro, lo harían sin siquiera pensar. Y sin la más mínima piedad, claro. 
Y, como una ráfaga, me decidí: casi de un salto, salí, me vestí 
como pude, abrí la puerta, y la cerré apenas hube cruzado. 
En principio, ya estaba afuera, pero ellos seguían ahí, y no pude soportarlo.
Corrí al otro baño, tomé el Raid, y volví, a lo Terminator,
arma en mano. El trabajo fue rápdio, aunque no por eso menos sucio, y cuando terminé de envenenar el aire, volví a encerrarlos adentro. 

Después de unos minutos regresé, como lo hace todo quien mata, a la escena.
Efectivamente, estaban todos muertos. Ni uno había podido sobrevivir mi ataque, mi ira, o mi miedo. 




Basado en hechos reales, y escrito al ritmo de Amnesiac, Radiohead.

Thursday, November 09, 2006

Olivia

Y de repente soy tío! Y no lo puedo creer!!
Olivia, hija de mi hermano mayor, Sacha, nació hoy a las 5 de la tarde en 
Salta. Qué locura! Una divina rubia de ojos azules, parece. Quiero ver fotos ya!

No sé, no entiendo nada. En teoría, mi hermano acaba de tener una hija. Pero... mi hermano acaba de tener una hija!

Una hija!!

Quiero ir a verlos a Salta ya, pero tengo finales y no sé qué hacer!!
Igual no importa porque... mi hermano acaba de tener una hija!! Una beba!
Y soy tío!!

Que sé yo, sólo quería compartir mi emoción con uds, sin estar seguro ni de a quiénes tomo por "uds". Tal vez le escriba una canción.
Y ahora me voy a esparcir mi felicidad por los prados.

Saludos!!


Tío Guido.

Wednesday, November 08, 2006

Chau, un gusto.

Qué necesario, relajante, y, más que nada, sano, es terminar las cosas de vez en cuando , y terminarlas bien, haciendo lo posible para que no vuelvan a  resurgir.
Si quedan cosas por decir, decirlas, y si quedan cosas por hacer, hacerlas, sin dejar nada siquiera terminado a medias. Porque vuelven, cuando uno cree haberlas superado aparecen, sea por úlceras o sueños, o lo que sea. El inconciente no descansa, y lo enreda a uno hasta que uno se haga cargo de las cosas que dejó pendientes. Aunque sea una palabra, un "basta", o un "chau". Y, sí, aunque cueste, hay que darle para adelante. Las cosas pasan y se van, y si uno se aferra, lo arrastran y lo revolean de acá para allá. Chau, fue un gusto, y a otra cosa mariposa.

Sólamente la pequeña reflexión del día.