Qué necesario, relajante, y, más que nada, sano, es terminar las cosas de vez en cuando , y terminarlas bien, haciendo lo posible para que no vuelvan a resurgir.
Si quedan cosas por decir, decirlas, y si quedan cosas por hacer, hacerlas, sin dejar nada siquiera terminado a medias. Porque vuelven, cuando uno cree haberlas superado aparecen, sea por úlceras o sueños, o lo que sea. El inconciente no descansa, y lo enreda a uno hasta que uno se haga cargo de las cosas que dejó pendientes. Aunque sea una palabra, un "basta", o un "chau". Y, sí, aunque cueste, hay que darle para adelante. Las cosas pasan y se van, y si uno se aferra, lo arrastran y lo revolean de acá para allá. Chau, fue un gusto, y a otra cosa mariposa.
Sólamente la pequeña reflexión del día.
Wednesday, November 08, 2006
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